[Rescatando al Soldado Ryan 763]

Mi historia con Verónica fue una montaña rusa. Nos conocimos en un viaje a Grecia y desde entonces fuimos inseparables, pero las diferencias de carácter nos separaron. Estaba destrozado, y busqué ayuda con Mariela Gauna. Ella me explicó que no intervendría en nada que no respetara la voluntad de Verónica. Hizo un análisis profundo de nuestra situación, y su enfoque fue siempre muy ético. Poco a poco, las cosas comenzaron a mejorar en mi vida, y con el tiempo, Verónica y yo volvimos a cruzarnos en un evento en Madrid. Fue mágico, y supimos que aún había algo entre nosotros. Mariela me enseñó que el verdadero amor nunca se fuerza, solo se permite.

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