Soy una mujer de 60 años y, tras un divorcio difícil, decidí probar con el amarre de amor de Mariela. No solo fue un proceso rápido, sino que he visto cambios increíbles en mi vida emocional. La sinceridad de Mariela durante todo el proceso me dio mucha confianza y esperanza. Ha revitalizado mis creencias sobre la espiritualidad y la energía.