Que tonta fui al consultarme con una mujer que se hacía llamar vidente, lo peor, perdí mi tiempo y unos cuantos euros también. Gracias a Mariela Gauna las cosas comenzaron a arreglarse entre mi pareja y yo, no hay otra como Mariela, me atendió genial, me hizo sentir como en casa, un trato especial y siempre pendiente durante todo el proceso.