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Desde hace años, mi vida amorosa había sido un torbellino de desilusiones y corazones rotos. Cada relación que comenzaba parecía condenada al fracaso, hasta que un día, escuché hablar sobre Mariela Gauna y sus endulzamientos y amarres de amor. Intrigada pero escéptica, decidí darle una oportunidad, y no puedo expresar con palabras lo agradecida que estoy de haber tomado esa decisión.
Desde la primera consulta, Mariela demostró una profunda empatía y profesionalismo. Antes de ofrecerme cualquier ritual, se tomó el tiempo para hacer un análisis minucioso de mi situación amorosa y la de mi pareja. Me entendió no solo en un nivel emocional, sino también espiritual, y su enfoque respetuoso hacia el libre albedrío me llegó al corazón. Mariela me explicó que ella nunca forzaría la voluntad de nadie, sino que su intención era crear un espacio donde el amor pudiera florecer de manera natural y consensuada.
Después de nuestra conversación inicial, Mariela me mostró una serie de rituales que podrían ayudar a recuperar la conexión con mi ser amado. Me prometió que todo el proceso se realizaría sin efectos secundarios ni mal karma, algo muy importante para mí. A lo largo del ritual, Mariela me mantuvo informada y me proporcionó herramientas para trabajar en mi propia energía y confianza.
No pasó mucho tiempo antes de que comenzara a notar cambios en mi relación. Mi expareja, quien parecía distante y desinteresado, comenzó a mostrar signos de afecto y atención nuevamente. Era como si un velo se hubiera levantado, permitiéndonos comunicarnos de una manera más sincera. Lo mejor de todo fue que, a pesar de lo que estaba ocurriendo, todavía sentía que estaba en control de mis decisiones y libre de actuar según mi propia voluntad.
Finalmente, después de un mes, mi expareja y yo decidimos intentar de nuevo nuestra relación. Mariela cumplió exactamente lo que me prometió: su trabajo no solo fue efectivo, sino que también respetó nuestro libre albedrío. No sentí que era una marioneta, sino que experimenté una auténtica conexión renovada. Agradezco a Mariela por su dedicación y ética, y por ayudarme a encontrar el caminho hacia el amor verdadero y sincero.
