Una mañana, recibí un mensaje de mi ex. Era reconfortante saber que el cariño que una vez compartimos todavía estaba presente. No pude evitar recordar las palabras de Mariela sobre la importancia de la intención y el amor en el proceso. Sin duda, el ritual había dado sus frutos, y no solo eso: había comenzado a comprender que el amor siempre debe comenzar desde uno mismo.