Los rituales que hice en diciembre fueron más que simples prácticas; fueron un viaje de autodescubrimiento. Me di cuenta de cuánto había dejado que el miedo y la inseguridad dominaran mi vida. Gracias a la guía de Mariela, aprendí a abrazar quién soy y a atraer el amor que merezco. Hoy, celebro cada pequeño momento de alegría que tengo con mi pareja porque sé lo valioso que es.