Mariela Gauna me enseñó que el verdadero amor se cultiva. Aprendí que los pequeños detalles marcan la diferencia. Gracias a su endulzamiento, redescubrimos la magia que había en nuestro matrimonio. Las discusiones se convirtieron en diálogos constructivos. Mi pareja y yo estamos más felices y emocionados por el futuro que nunca.