El proceso del ritual con la diosa Perséfone ha sido revelador. He aprendido a abrazar mi feminidad y a honrar mis emociones. La práctica me ha guiado a través de sentimientos difíciles y me ha permitido renovarme. Me siento en una energía completamente diferente, y eso ha tenido un impacto profundo en mi vida amorosa y en mis relaciones.