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Llevábamos casi tres años juntas, éramos inseparables, o al menos eso pensaba yo. Todo cambió cuando conoció a otra persona. Fue como si de un día para otro nuestra relación se volviera un recuerdo, y ella se marchó sin mirar atrás. Quedé destrozada, llena de preguntas, sintiendo que había perdido a la persona más importante de mi vida.
En mi desesperación, encontré a Mariela Gauna. Me habló del ritual de nuestra Señora Inmaculada Concepción y cómo este trabajo podía reconectar nuestras energías y abrir el camino para sanar y recuperar lo que parecía perdido. Lo que me llamó la atención fue cómo Mariela explicó que el ritual no se limita al 8 de diciembre, sino que trabaja con fuerza antes, durante y después de ese día, utilizando la energía divina de la Virgen y los ángeles.
Decidí confiar y, aunque al principio sentía dudas, poco a poco las cosas empezaron a cambiar. La chica con la que estaba mi pareja desapareció de su vida. No sé cómo sucedió, pero dejó de mencionarla y, de repente, comenzó a escribirme nuevamente. Al principio fueron mensajes cortos, tímidos, preguntándome cómo estaba. Después de tanto silencio, eso ya era un milagro para mí.
Ahora estamos hablando más seguido. No hemos vuelto aún, pero siento que su corazón se está abriendo nuevamente hacia mí. Todo esto me llena de esperanza y gratitud hacia Mariela y el ritual. Quiero compartir mi experiencia porque sé que muchas otras personas pueden estar pasando por algo similar. Si alguien más está haciendo este ritual o ha vivido algo parecido, me encantaría escuchar sus historias. Esto es solo el comienzo, pero ya puedo sentir que el amor que creí perdido está regresando.
