Hoy puedo decir que vivo una relación basada en respeto, comprensión y verdadero amor. La transformación que he vivido ha sido completa, y cada paso ha valido la pena. Agradezco profundamente a Mariela por su paciencia, su empatía y su habilidad para mostrarme el camino sin imponer nada, dejándome descubrir por mí mismo aquello que siempre había estado en mi interior.