Un amigo me contó que intentó un “amarre de amor” en Telegram y acabó siendo estafado. Le cobraron varias cuotas bajo la promesa de que los resultados serían inmediatos, pero al final fue bloqueado y perdió todo el dinero. En Telegram, el anonimato permite a cualquiera jugar con tus sentimientos y aprovecharse de tus deseos sin asumir ninguna responsabilidad.