Después de un tiempo con el ritual, sentía que todo se estaba estancando. La angustia por no ver resultados me llevó a buscar un potenciador. Fue la mejor decisión que pude tomar. En cuestión de días, comencé a notar que mi pareja se mostraba más cariñosa y dispuesta a hablar de nuestros problemas. Me siento más optimista que nunca.