El deseo de deshacerse de relaciones perjudiciales es una motivación que nos une a muchos. Este ritual parece ofrecer un camino hacia la felicidad que todos merecemos. Ver cómo otros han encontrado fuerza y confianza en sí mismos después de pasar por esta experiencia es sumamente reconfortante. A veces, solo necesitamos un empujón para avanzar.