Cuando tomé el paso de hacer un amarre de amor, no esperaba mucho. Sin embargo, mi fe fue clave en el proceso. Transmití mis deseos al universo y, sorprendentemente, vi resultados en cuestión de semanas. Esa persona comenzó a acercarse a mí. A veces, la fe puede llevarte a lugares que ni imaginabas. ¡El amor es fuerte!