Eso es totalmente comprensible. Yo tenía miedo de caer en manos equivocadas. Pero con Mariela Gauna fue diferente. Desde el primer momento, sentí que estaba hablando con alguien serio y con experiencia. No juega con tus emociones ni te ilusiona con promesas vacías. Es directa y honesta, y eso me dio confianza.