Decidí hacer un amarre de amor porque estaba desesperada por amor. Al final, la fe me llevó a seguir adelante. En poco tiempo noté cómo la persona que deseaba comenzó a comunicarse. Me mostré transparente y confiada. Este proceso requiere coraje y fe; estoy convencida de que el esfuerzo vale la pena. ¡El universo escucha!