Escribe en un papel blanco tu mayor preocupación o aquello que deseas liberar. Dobla el papel y colócalo en el centro de un plato con un limón partido en cuatro trozos encima. Agrega un poco de sal y déjalo toda la noche cerca de tu cama. A la mañana siguiente, retira todo y deséchalo lejos de tu hogar, simbolizando la liberación de esas cargas.