Nunca creí ni en los milagros ni mucho menos en que alguien pudiera cambiar mi destino, hasta que luego de meses de maltrato por parte de mi pareja hacia mi y mis hijos me decidí a pedir ayuda. No quería decirle de separarnos porque se pondría mucho mas violento y yo no quería que mis hijos sufrieran mas, así que acudí a Mariela y gracias a su ayuda mi pareja se fue de la casa por su cuenta, pidiendo perdón por todo lo que nos hizo y dejando todo lo que compramos entre los dos. Nunca volví a saber nada de el devuelta.
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