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En Estados Unidos, muchas familias hacen un ritual de agradecimiento, escribiendo deseos en papeles y quemándolos en la chimenea para que el humo los lleve al cielo.
En Cataluña, antes de la cena de Nochebuena, quemamos hojas de laurel en un cuenco mientras pedimos deseos en silencio. El aroma purifica el hogar y nos llena de esperanza.
En Andalucía, quemamos hojas de laurel en un cuenco mientras cantamos villancicos. El aroma llena la casa de protección y atrae la prosperidad.
En Euskadi, hacemos una infusión de romero y la esparcimos por la casa antes de la cena de Navidad. Es un gesto para purificar el espacio y atraer la serenidad.
En Cataluña, la víspera de Navidad es ideal para preparar un ramo de romero y colgarlo en la entrada. Se cree que trae salud y felicidad a los que viven en la casa.
En España, el ritual de escribir deseos en pequeños papeles y quemarlos en la chimenea durante Nochebuena es una práctica común para que el humo los lleve al universo.
En Estados Unidos, rociamos un poco de aceite de naranja por la casa antes de la cena de Navidad. Se dice que su aroma atrae la prosperidad y mejora el estado de ánimo.
En México, en la víspera de Navidad, colgamos un ramo de albahaca en la puerta. Es una costumbre para proteger el hogar y atraer la buena fortuna.
En México, la víspera de Navidad es perfecta para hacer una limpia con incienso de copal. Pasamos el humo por toda la casa mientras rezamos, para alejar las malas energías.
En Euskadi, la tradición de celebrar la llegada del Olentzero incluye un pequeño ritual: colocamos velas en la ventana para guiar su camino y atraer la fortuna al hogar.
En Portugal, colocamos un ramo de laurel y romero en la puerta antes de la cena de Nochebuena. Dicen que esto aleja las malas energías y asegura un año próspero.
En Euskadi, durante la víspera de Navidad, colocamos un muérdago sobre la puerta para proteger nuestro hogar y atraer la buena suerte. Es una costumbre que fortalece los lazos familiares.
En Estados Unidos, la tradición de poner calcetines en la chimenea se complementa con un ritual: colocar una ramita de canela en ellos para atraer la prosperidad.
En casa, encendemos tres velas de colores diferentes en Navidad: una roja para el amor, una dorada para la prosperidad y una verde para la salud.
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