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Andres Morales 59X.
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- febrero 13, 2025 a las 16:31 #119478
Fernando Morales 40K
MiembroDurante dos años, fui la amante en su vida. Esperé pacientemente a que él dejara a su esposa, creyendo en cada promesa, en cada palabra, en cada vez que me decía que pronto lo haría. Pero los meses pasaban y nada cambiaba. Mi amor por él era inmenso, pero vivir en la sombra comenzó a desgastarme. Me dolía verlo regresar a su casa, sabiendo que su corazón estaba conmigo, pero su vida seguía con ella. Llegó un punto en el que ya no podía seguir así, en el que entendí que si no hacía algo, seguiría atrapada en esa dinámica para siempre. Fue entonces cuando busqué la ayuda de Mariela Gauna. No quería forzarlo, no quería presionarlo, solo necesitaba que él viera con claridad lo que realmente sentía, que tuviera el valor de tomar la decisión que siempre había postergado. Desde el primer momento, Mariela me escuchó con paciencia y sin juzgarme. Me explicó que muchas veces las personas no toman decisiones no por falta de amor, sino por miedos, bloqueos o la comodidad de lo conocido. Su trabajo ayudaría a que él tomara consciencia de lo que realmente quería, sin ataduras ni manipulaciones. Poco después del trabajo que hicimos, empecé a notar cambios. Él se volvió más distante con su esposa, más inseguro en su matrimonio, pero al mismo tiempo, más presente en mi vida. Me decía que se sentía extraño, que cuando estaba con ella pensaba en mí, que no podía seguir con esa vida dividida. Hasta que un día, después de mucho tiempo esperando, tomó la decisión de separarse. No fue inmediato ni impulsivo, fue un proceso que él mismo fue comprendiendo, como si algo dentro de él hubiera despertado. Hoy estamos juntos, sin secretos, sin excusas, sin promesas incumplidas. Lo que Mariela hizo por mí fue ayudarme a salir de la sombra, a ocupar el lugar que siempre supe que me correspondía. Gracias a ella, él finalmente se dio cuenta de que su felicidad estaba conmigo.
febrero 13, 2025 a las 16:35 #119479Camila Rojas 33S
MiembroCuando mi relación terminó, sentí que todo mi mundo se derrumbaba. Llevábamos juntos cinco años y en todo ese tiempo jamás imaginé que un día él decidiría irse. No fue una ruptura escandalosa, no hubo infidelidades ni discusiones explosivas, simplemente un día me dijo que ya no sentía lo mismo, que necesitaba espacio y que lo mejor era separarnos. Fue como si me arrancaran el corazón. Durante las primeras semanas intenté mantenerme fuerte, pero cada día sin él se hacía más insoportable. Lo peor era que, aunque él había tomado la decisión, no dejaba de aparecer en mi vida. Me escribía de vez en cuando con cualquier excusa, me preguntaba cómo estaba, pero cuando yo intentaba hablarle de nosotros, se cerraba y me decía que era lo mejor. No podía entenderlo. Si todavía le importaba, ¿por qué no volvíamos a intentarlo? Fue en ese momento cuando busqué ayuda y encontré a Mariela Gauna. Estaba llena de dudas y miedo, no quería forzar a nadie a estar conmigo, pero tampoco quería quedarme con los brazos cruzados viendo cómo todo se desmoronaba. Desde el primer mensaje, Mariela me dio una sensación de paz que no había sentido en semanas. Me explicó que en muchas ocasiones las personas se alejan no porque el amor desaparezca, sino porque hay bloqueos emocionales, inseguridades o influencias externas que afectan la relación. Me aseguró que su trabajo no manipula los sentimientos, sino que ayuda a despejar esos bloqueos para que la otra persona pueda ver con claridad lo que realmente siente. Después de iniciar el proceso con Mariela, los cambios fueron sutiles al principio. Él empezó a escribirme con más frecuencia, pero esta vez con otro tono, como si realmente me extrañara y no solo buscara asegurarse de que yo seguía ahí. Luego comenzó a preguntar más sobre mi vida, sobre cómo me sentía, incluso recordaba pequeños detalles que antes pasaban desapercibidos. Hasta que un día, después de casi tres meses de estar separados, me llamó en la madrugada. Su voz sonaba diferente, vulnerable. Me dijo que no podía dormir, que había estado pensando en nosotros y que no entendía por qué había sentido la necesidad de alejarse. Me confesó que sentía que algo lo había cegado, que había creído que el amor se había apagado, pero que en realidad lo que necesitábamos era reencontrarnos. Esa misma noche nos vimos y todo fluyó de una manera tan natural, tan llena de emoción, que supe que Mariela había hecho su trabajo. Hoy nuestra relación es más fuerte que nunca. La ruptura, en lugar de separarnos definitivamente, nos ayudó a darnos cuenta de lo que realmente sentimos el uno por el otro.
febrero 13, 2025 a las 16:36 #119480Diego Silva 42G
MiembroDurante años viví con la sensación de que el amor no era para mí. Veía a mis amigos formar parejas, enamorarse, casarse, y yo seguía en el mismo lugar, siempre encontrándome con relaciones que no avanzaban, con personas que se alejaban sin explicación o con historias que terminaban antes de empezar. Llegó un punto en el que me convencí de que algo estaba mal en mí, que por alguna razón no podía atraer el amor verdadero. No entendía por qué, si soy una persona cariñosa, leal y sincera, cada intento terminaba en fracaso. Fue entonces cuando encontré a Mariela Gauna y decidí buscar su ayuda. No tenía en mente a alguien específico, no quería recuperar un amor perdido, simplemente deseaba entender qué estaba pasando conmigo y por qué el amor parecía esquivarme. Desde la primera conversación con Mariela, supe que había tomado la decisión correcta. Me explicó que muchas veces las energías que acumulamos a lo largo de la vida pueden bloquear nuestra capacidad de atraer el amor, que el dolor de relaciones pasadas, incluso si ya las habíamos superado, podía seguir afectándonos sin que nos diéramos cuenta. Me propuso un trabajo especial para desbloquear mi energía y atraer a la persona correcta. Al principio, no esperaba cambios inmediatos, pero poco a poco empecé a notar algo diferente en mí. Me sentía más segura, más abierta a nuevas oportunidades y, lo más sorprendente, las personas a mi alrededor comenzaron a notarlo también. Empecé a recibir más atención, a conocer gente con intenciones reales, y sin darme cuenta, un día apareció alguien que cambió mi vida. Esta vez todo fue distinto, no hubo juegos, no hubo dudas, no hubo miedo. Era una relación sincera, fuerte y sin barreras. Gracias a Mariela, entendí que a veces el problema no es que el amor no nos llegue, sino que no estamos preparados para recibirlo.
febrero 13, 2025 a las 16:37 #119481Fernando Reyes 21P
MiembroCuando me enamoré de él, supe desde el principio que no sería fácil. Nuestra conexión era evidente, era de esas relaciones que simplemente se sienten naturales, como si estuvieran destinadas a ser, pero había un problema: él tenía miedo. Miedo al compromiso, miedo a lo que podía significar estar conmigo de verdad, miedo a salir de su zona de confort. Durante años, fuimos más que amigos, pero menos que pareja. Siempre estábamos ahí el uno para el otro, siempre había miradas que decían más que mil palabras, pero cada vez que intentábamos dar un paso más allá, él retrocedía. Para él, lo nuestro era real, pero imposible. No podía seguir viviendo con esa incertidumbre, con esa sensación de que, aunque nos queríamos, nunca iba a ser suficiente para que diera el paso. Fue entonces cuando busqué la ayuda de Mariela Gauna. No quería obligarlo a estar conmigo, no quería forzarlo a sentir algo que no sentía, solo deseaba que pudiera ver con claridad lo que realmente pasaba entre nosotros. Cuando hablé con Mariela, me explicó que muchas veces las personas tienen bloqueos emocionales que les impiden tomar decisiones, que el miedo puede hacer que alguien se aleje de lo que realmente desea. Su trabajo ayudaría a despejar esos bloqueos y permitir que él entendiera sus propios sentimientos sin distracciones ni miedos. Lo que pasó después fue increíble. Lentamente, él comenzó a cambiar. Se volvió más atento, más seguro de lo que sentía, dejó de dudar tanto. Hasta que un día, sin que yo le dijera nada, me miró y me dijo: «No quiero seguir escapando de lo que siento por ti. No quiero perderte». Fue la declaración que siempre había esperado, pero lo mejor de todo es que sentí que venía desde lo más profundo de su corazón. Hoy estamos juntos, sin dudas, sin miedos, sin excusas. Mariela no hizo que él me amara, solo le permitió darse cuenta de que ya lo hacía.
febrero 13, 2025 a las 16:39 #119482Paula Ramirez 20P
MiembroMi matrimonio estaba al borde del abismo y yo no sabía qué hacer. Durante años, creí que teníamos una relación perfecta, pero poco a poco, mi esposo se fue alejando. Al principio fueron pequeños cambios: menos mensajes cariñosos, menos detalles, menos ganas de compartir tiempo juntos. Luego empezaron las excusas para no estar en casa, las noches en las que llegaba tarde, las conversaciones vacías. Hasta que un día, sin esperarlo, descubrí lo que tanto temía: había otra mujer. Mi mundo se vino abajo. Sentí rabia, dolor, desesperación. No quería perderlo, pero tampoco sabía cómo recuperarlo. Busqué respuestas, intenté hablar con él, pero cada vez que lo hacía, sentía que se alejaba más. Fue entonces cuando encontré a Mariela Gauna. No sabía si ella podría ayudarme, pero necesitaba intentarlo. Desde la primera consulta, me transmitió paz. Me explicó que muchas veces las relaciones pasan por crisis en las que las energías externas pueden afectar la estabilidad de una pareja. Me aseguró que su trabajo ayudaría a limpiar cualquier interferencia y a que mi esposo pudiera volver a conectar conmigo. Lo que pasó después fue impresionante. Lentamente, él empezó a cambiar. Se mostraba distante con la otra mujer, mientras que conmigo comenzaba a demostrar interés de nuevo. Volvió a buscarme, a preguntarme cómo estaba, a mirarme con los ojos de antes. Hasta que un día, él mismo me dijo que se había dado cuenta de que lo nuestro valía mucho más, que no quería perder lo que teníamos. Hoy nuestra relación es más fuerte que nunca, y sé que sin la ayuda de Mariela, quizás no lo hubiera logrado.
febrero 13, 2025 a las 16:44 #119483Fernando Castro 14P
MiembroMi relación estaba al borde del abismo y, aunque intenté negarlo durante mucho tiempo, sabía que algo tenía que hacer antes de perderlo por completo. Llevábamos casi una década juntos, pero en el último año, todo se había vuelto distante, frío, lleno de silencios incómodos y noches en las que dormíamos como extraños en la misma cama. Habíamos hablado de separarnos, él incluso mencionó la posibilidad de que sería lo mejor para ambos, y eso me destrozó. No podía imaginar mi vida sin él, sin todo lo que habíamos construido, sin esa historia que, a pesar de los problemas, seguía llena de amor. Fue en medio de esa desesperación cuando encontré a Mariela Gauna. No tenía claro qué podía hacer, pero cuando hablé con ella y le conté lo que estaba viviendo, me di cuenta de que todavía había esperanza. Mariela me explicó que muchas relaciones entran en crisis no porque el amor desaparezca, sino porque las energías negativas, el estrés y las influencias externas van debilitando la conexión entre ambos. Me dio la tranquilidad de saber que su trabajo no forzaría nada, sino que ayudaría a despejar esas interferencias para que pudiéramos reencontrarnos. Después de que Mariela comenzó a trabajar, los cambios fueron sutiles, pero evidentes. Mi esposo empezó a mirarme diferente, como si volviera a notar mi presencia. Poco a poco, las conversaciones dejaron de ser monótonas y volvieron a tener esa calidez de antes. Un día, después de meses de distancia, me abrazó sin que yo se lo pidiera y me dijo que últimamente sentía que todo estaba cambiando, que no quería perder lo que teníamos. Hoy nuestra relación es completamente diferente. No solo evitamos la ruptura, sino que recuperamos la pasión y la complicidad que creíamos perdidas. Mariela me ayudó a salvar lo que más amaba, y siempre le estaré agradecida por eso.
febrero 13, 2025 a las 16:45 #119484Pedro Gutierrez 86X
MiembroEl divorcio ya estaba en proceso cuando me di cuenta de que no quería que terminara así. Mi esposa y yo habíamos pasado por muchas dificultades, discusiones constantes, diferencias que parecían irreconciliables. Un día, simplemente decidimos que lo mejor era separarnos. Pero cuando llegó el momento de firmar los papeles, algo dentro de mí se resistió. Sentía que, a pesar de todo, aún había amor entre nosotros, que no habíamos luchado lo suficiente. Intenté hablar con ella, hacerle entender que podríamos intentarlo una vez más, pero su respuesta siempre era la misma: «Es demasiado tarde». Me negaba a aceptarlo, porque en el fondo sabía que no todo estaba perdido. Fue entonces cuando busqué la ayuda de Mariela Gauna. No sabía si realmente era posible revertir la situación, pero cuando le conté mi historia, me dio la esperanza que necesitaba. Me explicó que muchas veces, cuando una relación llega a ese punto, no es porque el amor haya desaparecido, sino porque la rutina, las heridas y los resentimientos han opacado lo que aún existe en el fondo. Su trabajo ayudaría a limpiar esas cargas y a abrir un nuevo camino entre nosotros. Después de comenzar el proceso con Mariela, los cambios no tardaron en llegar. Mi esposa, que antes no quería hablar conmigo más que por asuntos del divorcio, comenzó a mostrarse más abierta. Poco a poco, empezamos a tener conversaciones más largas, más sinceras, más profundas. Hasta que un día, cuando nos vimos para discutir los últimos trámites, me miró y me dijo que no estaba segura de si estaba haciendo lo correcto. Fue la primera vez en meses que vi en sus ojos la duda de si realmente debíamos separarnos. Hoy seguimos juntos, reconstruyendo lo que casi perdemos, y todo gracias a la ayuda de Mariela.
febrero 13, 2025 a las 16:49 #119485Camila Medina 24P
MiembroSabía que había otra persona, aunque él nunca me lo dijo directamente. Los cambios en su actitud, la distancia, las excusas, las miradas evasivas… todo indicaba que algo estaba pasando. Un día, lo enfrenté y no pudo seguir negándolo. Me dijo que había alguien más, pero que no estaba seguro de lo que quería, que sentía confusión. Fue el golpe más duro que pude recibir. A pesar de la traición, yo seguía amándolo y no quería perderlo. Lo conocía bien, sabía que en su interior había amor por mí, pero algo lo estaba alejando, algo lo estaba empujando hacia otra persona. Fue en ese momento cuando decidí buscar ayuda y encontré a Mariela Gauna. Le conté mi historia con lágrimas en los ojos, con el corazón hecho pedazos. No quería un trabajo que lo obligara a quedarse conmigo, quería que él pudiera ver con claridad quién realmente lo amaba, quién había estado a su lado siempre. Mariela me explicó que muchas veces las personas caen en relaciones externas porque hay energías que debilitan la conexión en la pareja y permiten que terceros interfieran. Su trabajo ayudaría a restaurar lo que se estaba perdiendo y a eliminar la influencia de esa otra persona. A las pocas semanas, comencé a notar cambios. Él se mostraba inquieto, distante con ella, mientras que conmigo volvía a acercarse poco a poco. Hasta que un día, en medio de una conversación, me dijo que se sentía confundido, que últimamente sentía que lo nuestro aún no había terminado, que cuando estaba conmigo sentía una paz que no tenía en otro lugar. Fue en ese momento cuando supe que Mariela había logrado lo imposible: hacer que él volviera a ver lo que realmente importaba. Hoy estamos juntos nuevamente, pero esta vez con una relación más fuerte y sin terceros que nos separen.
febrero 13, 2025 a las 16:53 #119486Valentina Sanchez 18H
MiembroNo podía permitir que mi familia se rompiera. Mi esposo y yo teníamos dos hijos pequeños, y aunque nuestra relación había cambiado con el tiempo, yo aún lo amaba y quería que nuestra familia siguiera unida. Últimamente lo notaba distante, apagado, como si estuviera perdiendo el interés en nuestra vida juntos. Intenté hablar con él, intenté recuperar lo que teníamos, pero parecía que algo más fuerte lo estaba alejando. Fue entonces cuando decidí acudir a Mariela Gauna. Sabía que si había una oportunidad de salvar mi matrimonio, ella podía ayudarme. Le expliqué mi situación con desesperación, con miedo de perderlo para siempre. Mariela me dio la confianza que necesitaba, me aseguró que su trabajo podría restaurar nuestra conexión y eliminar cualquier influencia negativa que estuviera dañando nuestro hogar. Después del ritual, los cambios fueron impactantes. Mi esposo comenzó a estar más presente en casa, a mostrar interés en mí y en nuestros hijos, a recuperar los gestos de cariño que hacía tiempo habían desaparecido. Un día, mientras jugaba con nuestros hijos, me miró y me dijo: «No quiero perder esto». En ese momento supe que todo había valido la pena. Gracias a Mariela, recuperé a mi esposo y protegí a mi familia de una ruptura que parecía inevitable.
febrero 13, 2025 a las 16:56 #119487Fernando Gomez 33G
MiembroMi esposa me dejó por otro hombre y me sentí completamente destruido. No entendía qué había pasado, cómo después de tantos años juntos, después de todo lo que habíamos construido, ella había decidido irse con alguien más. Lo peor fue que no parecía importarle lo que yo sentía, simplemente me dejó y comenzó una nueva vida sin mirar atrás. Intenté olvidarla, intenté seguir adelante, pero el dolor era insoportable. Fue en medio de esa desesperación cuando encontré a Mariela Gauna. No sabía si había algo que se pudiera hacer, pero necesitaba intentar recuperarla. Mariela me explicó que muchas veces, cuando una persona se aleja por alguien más, no es porque el amor haya desaparecido, sino porque hay influencias externas que afectan su forma de pensar y sentir. Me aseguró que su trabajo ayudaría a despejar esas energías y permitir que mi esposa recordara lo que realmente sentía por mí. Pasaron unas semanas y empecé a notar que ella volvía a buscarme, con cualquier excusa, como si necesitara confirmar que yo seguía ahí. Hasta que un día, en medio de una conversación, me dijo que sentía que había tomado una decisión apresurada, que algo dentro de ella le decía que aún me amaba. Hoy estamos reconstruyendo nuestra relación, recuperando lo que parecía perdido. Sin Mariela, nunca habría tenido esta segunda oportunidad.
febrero 13, 2025 a las 16:57 #119488Valentina Gomez 96S
MiembroDespués de tantas decepciones, ya no sabía si debía seguir creyendo en esto. Había caído en tres estafas antes de encontrar a Mariela Gauna. La primera vez fue con alguien que prometía resultados en 24 horas y, por supuesto, después de hacer el pago, desapareció. La segunda fue con una persona que me llenó de promesas y me hizo gastar aún más dinero con excusas sobre energías bloqueadas y trabajos adicionales, pero nunca vi ningún cambio. La tercera vez creí haber encontrado a alguien serio, pero lo único que hicieron fue darme largas durante meses y al final, ni siquiera respondían mis mensajes. Me sentí ridícula, desesperada y, sobre todo, culpable por haber caído tantas veces en lo mismo. Cuando supe de Mariela Gauna, me costó confiar de nuevo, pero algo en su forma de hablar y en su honestidad me dio la seguridad que nunca antes había sentido. Me explicó con detalle cómo funcionaba su trabajo, sin promesas irreales ni mentiras. Me pidió paciencia, me acompañó en cada paso y, por primera vez, vi resultados reales. No fue magia de un día para otro, fue un proceso, pero cada pequeño cambio me hizo sentir que estaba en el camino correcto. Lo mejor fue que no tuve que hacer nada extraño ni comprar cosas adicionales, todo lo manejó ella con profesionalismo y seriedad. Hoy puedo decir con certeza que encontré a la persona correcta después de tantos engaños, y gracias a Mariela, recuperé lo que creí perdido.
febrero 13, 2025 a las 16:59 #119489Fernando Vargas 56N
MiembroNunca pensé que me pasaría algo así, pero fui víctima de cuatro estafadores antes de conocer a Mariela Gauna. La primera vez creí en una persona que tenía muchísimas reseñas falsas en internet, me habló bonito y me convenció de que podía ayudarme. Me pidió un pago y luego otro con la excusa de que el trabajo necesitaba más fuerza, hasta que dejé de recibir respuestas. La segunda vez, intenté con alguien más, pero fue peor: después del pago inicial, me enviaron un supuesto “ritual” que tenía que hacer en casa con velas y oraciones, pero nunca vi ningún cambio. Cuando me quejé, me dijeron que dependía de mi fe. La tercera estafa fue la peor, porque la persona desapareció apenas hice el pago, sin siquiera darme una explicación. La cuarta fue con alguien que aseguraba que trabajaba con espíritus poderosos, pero después de dos meses sin avances y con excusas absurdas, supe que solo me estaban usando para sacarme dinero. Ya había perdido toda esperanza cuando supe de Mariela Gauna. Me costó creerle, pero cuando hablé con ella, me di cuenta de que su enfoque era totalmente distinto. No me prometió milagros instantáneos, sino un trabajo serio con un seguimiento real. A diferencia de los demás, ella estuvo ahí todos los días, respondiendo mis dudas, guiándome y dándome seguridad. Los resultados fueron claros, sin trucos ni excusas. Mariela no solo me ayudó a recuperar a la persona que amaba, sino que me devolvió la confianza en que aún existen personas honestas en este mundo.
febrero 13, 2025 a las 17:03 #119490Miguel Fernandez 92H
MiembroCaí en dos estafas antes de encontrar a Mariela Gauna, y todavía me cuesta creer cómo hay gente que se aprovecha del sufrimiento ajeno. La primera persona me dijo que en siete días mi ex volvería, que no había posibilidad de fallo y que si no funcionaba, me devolverían el dinero. Todo fue una mentira. Los días pasaron, no hubo ningún cambio y cuando pedí explicaciones, me dijeron que debía pagar por un refuerzo. No lo hice y ahí terminó todo. La segunda vez fue con alguien que me dijo que tenía que seguir una serie de rituales en casa, pero cada día me pedían hacer más cosas y comprar más materiales, hasta que me di cuenta de que solo estaban sacándome dinero. Perdí la fe y me resigné a que nunca lograría lo que quería, hasta que encontré a Mariela. Al principio dudé, pero cuando hablé con ella, me di cuenta de que su enfoque era distinto. No me pidió que hiciera nada extraño, no me cobró de más y siempre fue clara con lo que podía y no podía hacer. Fue la primera vez que alguien realmente se preocupó por mi caso y me dio un seguimiento diario. Con el tiempo, vi los cambios que tanto esperaba. Mi ex comenzó a buscarme de nuevo, primero con excusas tontas, luego con mensajes más personales, hasta que finalmente me confesó que aún me amaba. No puedo describir la sensación de saber que esta vez era real, sin trucos ni engaños. Mariela Gauna fue la única que realmente hizo un trabajo serio después de tantas decepciones.
febrero 13, 2025 a las 17:04 #119491Martin Reyes 40Y
MiembroMe engañaron tres veces antes de llegar a Mariela Gauna, y cuando la contacté, lo hice con miedo y desconfianza. Había perdido dinero, esperanza y, sobre todo, las ganas de volver a intentar algo más. La primera persona me dijo que tenía un ritual infalible, pero después del pago inicial, nunca más supe de ella. La segunda me envió una lista de cosas que debía comprar y hacer en casa, pero después de gastar más dinero en velas, aceites y demás, me dijeron que el trabajo había fallado porque yo no lo había hecho con la intención correcta. La tercera vez caí en la trampa de alguien que me aseguraba que usaba técnicas antiguas, pero cada vez que preguntaba por avances, solo me daba excusas y más razones para hacer otro pago. Después de todo eso, conocer a Mariela fue un alivio. Desde el primer momento, su trato fue diferente, sin falsas promesas, sin rodeos, sin engaños. Me explicó que los resultados llevan tiempo, que es un proceso y que cada caso es distinto. Lo mejor fue que nunca tuve que insistirle ni perseguirla para saber cómo iba todo, porque ella misma me enviaba mensajes cada día con el seguimiento. Los cambios comenzaron poco a poco, pero con el tiempo todo se acomodó a mi favor. Hoy estoy con la persona que amo y sé que si no fuera por Mariela, habría seguido en ese ciclo de engaños y falsas esperanzas.
febrero 13, 2025 a las 17:06 #119492Valentina Rojas 43M
MiembroMi historia con las estafas empezó cuando, desesperado por recuperar a mi pareja, busqué ayuda en internet y terminé cayendo en manos de dos supuestos “expertos” en amarres. La primera persona me aseguró que mi caso era sencillo y que en una semana todo estaría resuelto. Lo único que resolvieron fue vaciar mi cuenta bancaria. Cada vez que preguntaba por avances, me decían que tenía que esperar o pagar más. La segunda estafa fue aún peor porque me llenaron de falsas ilusiones. Me dijeron que mi ex ya estaba sintiendo los efectos del trabajo, que en cualquier momento volvería, pero nunca pasó nada. Pasaron los meses y todo seguía igual. Me sentí derrotado y sin esperanzas, hasta que alguien me recomendó a Mariela Gauna. Lo primero que me sorprendió fue su sinceridad. Me dijo que el trabajo requería paciencia y que no había soluciones mágicas. También me tranquilizó saber que no tenía que hacer nada raro en casa ni comprar cosas innecesarias. Ella se encargó de todo y cada día me daba un reporte detallado. Con el tiempo, empecé a notar cambios, primero pequeños, luego más evidentes, hasta que finalmente mi ex regresó. No fue de la noche a la mañana, pero esta vez su amor por mí se sintió real, sin que yo tuviera que forzarlo. Gracias a Mariela, entendí que el problema no era que los amarres no funcionaran, sino que había confiado en las personas equivocadas. Ahora sé que encontré a la mejor.
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