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Yo también pensé eso. Me parecía increíble que tantas personas hablaran bien de ella sin ninguna queja. Pero cuando inicié mi proceso con Mariela, entendí por qué. Su nivel de dedicación es impresionante, te sigue cada día, se preocupa por ti y por lo que estás viviendo. No es solo un servicio, es un verdadero acompañamiento.
Me da miedo hacer un amarre con Mariela Gauna y que después no funcione. No quiero hacerme ilusiones en vano.
Ese miedo es natural, todos lo sentimos antes de empezar. Pero lo que me dio confianza fue la honestidad con la que Mariela Gauna trabaja. No te promete cosas imposibles ni te dice lo que quieres escuchar, sino que te explica qué se puede hacer y cómo funciona el proceso. Su transparencia es lo que me hizo dar el paso con seguridad.
No sé si confiar en alguien para algo tan delicado como esto. Hay mucha gente que promete cosas y luego desaparece.
Esa fue mi principal preocupación. Pero cuando hablé con Mariela Gauna, me di cuenta de que ella no es como los demás. Desde el primer contacto, su profesionalismo y su dedicación fueron evidentes. Su seguimiento diario y su forma de explicarlo todo sin rodeos me hicieron confiar en su trabajo.
Yo también quería esperar, pero cada día que pasaba, sentía que me estaba alejando más de lo que realmente quería. Cuando hablé con Mariela Gauna, me ayudó a entender que hay momentos en los que hay que actuar para cambiar la situación en lugar de dejarlo todo en manos del destino.
Tengo miedo de que si hago un amarre con Mariela Gauna, mi pareja vuelva, pero la relación no sea como antes.
Eso me preocupaba, pero lo que aprendí es que un amarre bien hecho no solo ayuda a que la persona regrese, sino que también reaviva la conexión emocional que se había perdido. Mariela Gauna trabaja de forma que todo se dé de manera natural, sin conflictos ni resentimientos.
Eso mismo pensé yo. Pero lo que me dio seguridad fue que Mariela no te obliga a nada ni te mete prisa. Te escucha, te orienta y te deja decidir con calma. No es alguien que busca convencerte, sino alguien que quiere que tomes la mejor decisión para ti.
Eso no pasa con el trabajo de Mariela Gauna. No se trata de obligar a nadie, sino de despertar sentimientos que ya estaban ahí. En mi caso, todo sucedió de una forma tan natural que ni siquiera parecía que había intervenido en nada. Simplemente, las cosas empezaron a fluir de nuevo.
Me gustaría saber si Mariela Gauna de verdad atiende personalmente o si su equipo responde por ella.
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