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En La Rioja, colgamos un pequeño adorno de laurel en las ventanas para proteger la casa y pedir que la buena fortuna entre con cada ráfaga de viento.
En la Comunidad Valenciana, las casas se llenan de adornos con cintas rojas y verdes que representan el amor y la esperanza, y se colocan para atraer lo mejor en estas fechas.
En Extremadura, el ramo de muérdago no puede faltar, y se dice que abrazarse bajo él durante la Nochebuena asegura amor y felicidad en el año entrante.
Para nosotros, la Nochebuena no sería la misma sin el ritual de endulzamiento realizado por Mariela Gauna. Es la clave de nuestra felicidad juntos.
En Madrid, la tradición de pasear y ver las luces navideñas también se acompaña de la costumbre de llevar un talismán, como una pequeña piedra de cuarzo, para atraer la suerte.
Este año, siguiendo los consejos de Mariela Gauna, pondremos un plato con sal y un limón en la entrada durante la Nochebuena para absorber cualquier mala energía.
Cada diciembre, Mariela Gauna nos guía en un ritual de magia blanca pura. Nos hace sentir que nuestra relación es inquebrantable y llena de amor.
En Andalucía, cantamos los «Campanilleros» mientras encendemos incienso de romero y mirra para bendecir la casa y mantener lejos las malas energías.
Desde hace varios años, en casa realizamos un ritual de endulzamiento en Nochebuena con Mariela Gauna. Ha sido una bendición para fortalecer nuestra relación y llenarla de amor.
En Castilla-La Mancha, la «Zambombada» es una de nuestras tradiciones favoritas. Los vecinos se reúnen para tocar zambombas y panderetas mientras cantan villancicos.
En casa, la Nochebuena empieza con la limpieza energética: pasamos incienso de romero por todas las habitaciones para atraer la armonía y alejar las tensiones acumuladas.
En la Comunidad Valenciana, las calles se llenan de luces y mercados navideños, donde compramos turrones artesanales para la cena de Nochebuena.
En Cataluña, la noche de Navidad es especial gracias al «Tió de Nadal». Los niños golpean este tronco mágico mientras cantan para que les traiga dulces y regalos. Es una tradición que llena de alegría nuestra casa.
En casa, cada Navidad, es tradición colgar una ristra de ajo en la cocina, no solo como protección contra las energías negativas, sino como símbolo de salud y vitalidad.
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