Maldiciones de América del sur

las tradiciones de algunas regiones de América del Sur:

1. **Mal de ojo**: Creencia extendida en muchos países sudamericanos, donde se considera que una mirada cargada de envidia o ira puede traer desgracias o enfermedades a la persona que la recibe. Para protegerse, se usan amuletos como el «ojo turco».

2. **La sal en la puerta**: Similar a la tradición española, en varias culturas sudamericanas se usa la sal en la entrada de las casas como símbolo de protección contra malas energías.

3. **El “susto” (o «mal de susto»)**: En algunas culturas, el «susto» es una especie de mal que se crea por un susto fuerte. Se dice que puede dejar a la persona con malestar o infelicidad, y a veces se realizan rituales para «retornar» el alma de la persona.

4. **Ritual de la muñeca**: En algunas creencias, se puede hacer una muñeca que represente a una persona a la que se le desea enviar maleficio. La muñeca se puede “maldecir” o clavar con alfileres.

5. **Entierro de una prenda**: Algunas personas entierran una prenda (por ejemplo, un calcetín) de su enemigo en un lugar específico mientras susurran maldiciones, simbolizando que la otra persona quedará atrapada por la mala suerte.

6. **El «agua negra»**: En ciertas creencias, se utiliza agua que ha sido bendita y luego contaminada para hacerle daño a una persona, simbolizando que envenena su energía.

7. **Conjuros de envidia**: Se realizan rituales para invocar la envidia sobre una persona, deseándole que sufra pérdidas o desgracias, generalmente a través de palabras o versos cargados de poder.

8. **Rituales con humo**: Utilizando hierbas o tabaco, a veces se encienden ofrendas que producen humo para atraer o alejar ciertos efectos, así como para enviar mensajes sobrenaturales.

9. **El «palo de la muerte»**: En algunas áreas, se dice que clavar un palo o rama en la tierra con la intención de maldecir a alguien puede atraer la mala fortuna a esa persona.

10. **El «demonio del miedito»**: En Bolivia y Perú, a veces se habla de un espíritu que provoca miedo e incomodidad. Invocar su nombre o mencionarlo puede ser visto como un acto de maleficio.